¿VALORAMOS EN ESPAÑA LA EXPERIENCIA LABORAL DE NUESTROS MAYORES?

¿Conocéis el dicho, “cada vez que muere un viejo sin transmitir su experiencia es cómo si se quemará una biblioteca”?

En nuestra entrada de hoy queremos analizar si estamos despilfarrando la experiencia de nuestros mayores en el mundo laboral.

Según una encuesta de Demoscopia un 75% de los encuestados creé que nuestra sociedad desperdicia la capacidad de la tercera edad para poder aportar sus conocimientos y experiencia.

En otros países hay formulas que permiten a los jubilados trabajar unas horas o ejercer de tutores o asesores de trabajadores más jóvenes.

En España lo hemos intentado con el R Decreto 5/2013 de medidas para favorecer la continuidad de la vida laboral y promover el envejecimiento activo.

El Decreto ha tenido un seguimiento mínimo y ha sido acogido sobre todo por los autónomos.

Muchos jubilados se quejan de que realizar alguna actividad más o menos remunerada supone vencer muchos obstáculos administrativos

Y a diferencia de otros países del entorno, en España hay pocas jornadas de trabajos parcial o jornadas reducidas que permitan continuar algún tipo de actividad laboral o voluntariado de calidad para el que lo desee.

El desconocimiento de la ley y el temor a perder la pensión actúa cómo elemento disuasorio.

Además de tener que romper el estigma que acompaña a la edad en el mundo laboral.

En España la participación de los jubilados en actividades remuneradas o no sigue siendo minoritaria.

Los que trabajan a partir de la edad de jubilación pertenecen a la elite económica, suelen ser profesores universitarios, abogados o propietarios de negocios familiares.

Por tanto, necesitamos diseñar nuevas formulas que permitan de una forma sencilla a nuestros mayores utilizar su experiencia de al menos cuarenta años en el mundo laboral.

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