COMO CUIDAR A UN MAYOR EN CAMA

Desde Cuidar Bien a los Mayores durante los próximos meses vamos a publicar una serie de fichas prácticas para el cuidado del anciano en el domicilio que explican como trabajan nuestros auxiliares en el día a día.
Nuestra primera entrada la dedicamos al cuidado del mayor en la cama.

MANEJO DEL MAYOR EN CAMA

Las herramientas que nos ayudan a proporcionar cuidados al adulto mayor que requiere estar en una cama son principalmente;
Uso de almohadas para apoyo
Si no tiene un respaldo, necesitará al menos tres almohadas para apoyar la espalda. Quizá pueda comprar una almohada triangular especial para apoyo, que es fácil de colocar.
Equipo para aseo:
. Bandeja: Ten todo el equipo para aseo en la bandeja y guárdala en el baño
. Lavamanos.
. Jabón: Suave que no reseque la piel, como jabón de bebe.
. Vaso para dentadura y Jarra o botella con agua que tenga tapa para impedir que caiga polvo.
. Pomada para labios
. Desodorante
. Talco
. Crema para el cuerpo.
. Maquillaje
. Algodón.
. Bolsas plástico (para eliminar los deshechos)

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Trato digno a nuestros mayores.


. Sábanas de plástico de diversos tamaños.
. Dos toallas grandes
. Paño para la cara
. Cepillo y pasta de dientes (cepillo blando)
. Hilo dental
. Equipo de afeitado
. Lima, tijera, cepillo para uñas
. Peine y cepillo para el cabello.
. Champú
. Secador de pelo
. Esparadrapo de papel

ESCARAS, LLAGAS O ÚLCERAS POR DECÚBITO
Las úlceras por decúbito son lesiones por la permanencia en una sola posición por largos períodos de tiempo.
Las lesiones son causadas por la presión prolongada sobre alguna zona del cuerpo, al apoyarse contra la cama (sacro, crestas ilíacas, talones, codos, glúteos, hombros, rodillas…) ocasionando la disminución de la circulación lo que aminora el aporte de oxígeno a esos tejidos comprimidos, llevándolos a morir.
Las lesiones más superficiales de la piel enseguida afectan a todos los tejidos que están debajo de ésta. La lesión primaria semeja a una ampolla, en ocasiones a una quemadura cuando ha perdido la parte más superficial de la piel. El tejido se advierte rosa vivo, casi rojo, formándose una capa forma en una placa o costra de color oscuro. Estas lesiones se forman con extraordinaria rapidez, en ocasiones el mismo día es posible ver esos cambios.
Todas las áreas del cuerpo del adulto mayor que estén apoyadas directamente contra la cama son susceptibles de deteriorarse, conduciendo a formar esas tan temidas llagas o escaras.
Un factor que favorece la formación de estas lesiones es la humedad, la presencia de excremento y de orina, macerando muy rápidamente la piel y dando lugar de inmediato a la formación de la escara.
Una vez la úlcera se ha presentado en forma de costra, los tejidos que se encuentran debajo sufren mayor compresión, aumentando la extensión de la lesión. Y si alguna bacteria penetra bajo esta lesión se desarrolla una infección.
Muchas veces las llagas están cerca del ano, se contaminan con el excremento, y obviamente, con las bacterias que éste contiene.
Pasados unos días, los bordes de la costra se levantan hasta que finalmente cae, descubriendo porciones profundas de piel, el músculo y hasta de hueso. Si no se manejan adecuadamente, estas lesiones forman túneles, lo que hace cada vez más difícil su curación. Un olor característico denota la mala evolución de este problema. En el lecho de la herida se forma una secreción amarillo- verdosa, de mal olor, que denota también el desarrollo de un proceso infeccioso.
Una vez que esta llaga alcanza niveles o estratos más profundos de la piel o de los músculos, la probabilidad de que se presente una septicemia (infección que se disemina por todo el organismo a través del torrente sanguíneo) es mayor y eso constituye la causa número uno de las muertes por esta complicación.

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Aseo a mayores encamados en domicilio

MANEJO Y PREVENCIÓN:

Como casi siempre el mejor tratamiento es la prevención.
Cuando uno por su edad pasa la mayor parte del día en la cama o sentado, es necesario preparar una cama hospitalaria que facilitara la tarea de moverlo.
El colchón puede ser de varios tipos:
. Colchón de agua: Permite con el menor de los movimientos del mayor, incluso su respiración, el agua se mueva y por tanto la circulación se mantenga activa en esas áreas críticas de su piel. El colchón se llena con agua de la llave y no necesita de ninguna instalación adicional. Antes de llenar el colchón, colócalo sobre la cama y ahí llénalo.
. Colchón de aire de presión intermitente: Está formado por una enorme cantidad de rombitos inflamables cuyo aporte de aire tiene diferentes e independientes conductos de origen. Una vez inflado, el colchón requiere de una fuente de poder o batería. Un pequeño regulador desinfla unos rombitos e infla otros, modificando o alternando la presión en ellos, con una frecuencia de cada 15 segundos. De este modo, las distintas zonas de la piel nunca permanecen apoyadas en el mismo punto por más de 15 segundos, favoreciendo la circulación en todo el cuerpo.
. Colchón de huevera o de cascarón de huevo: Tiene la misma dimensión de un colchón individual y su forma permite que el aire pase entre el colchón y la piel del paciente, manteniéndola seca y ventilada. Estos colchones también se pueden lavar, es aconsejable colocar una sábana sobre el colchón para que sea más efectivo.
. Protectores para talones y codos:
Actualmente se pueden comprar unas taloneras y coderas hechas de lana, espuma …
Poseen cintas con cierre tipo velcro que se ajustan perfectamente y evitan la compresión y el roce de estas partes del cuerpo con las sábanas o con el piso. Estos accesorios son magníficos y muy recomendables.
Para prevenir también es necesario aplicar algún lubricante sobre la piel, como crema, aceite, vaselina; en especial sobre las superficies donde los huesos están inmediatamente bajo la piel o amenazan con asomarse (crestas ilíacas, codos, hombros, rodillas, talones …) Nunca olvidar que se debe cambiar la posición de la persona, cada hora al menos, ya de un costado, ya del otro, boca arriba, semisentado o sentado, y siempre colocando un cojín entre sus rodillas.

Asistencia y cuidados a encamados

TRATAMIENTO:

Sí a pesar de todos los cuidados y prevenciones surge una llaga, lo mejor que se puede hacer es tratarla para evitar las consecuencias anteriores.
Al principio, la llaga es solamente una raspadura que muestra la parte central con un color rojo fresco, vivo.
En este momento hay que lavarla con agua y jabón neutro y a continuación, utilizando gasas esterilizadas (el algodón no es adecuado ya que deja filamentos en la lesión), aplica un antiséptico, frotando firmemente, aunque eso le cause un poco de dolor. Después hay que cubrir la herida con una gasa estéril. El procedimiento se debe repetir al menos cada 24 horas.
Si a pesar de ello aparecen zonas amoratadas y reblandecidas, no se deben retirar, solamente acolchonar con algodón envuelto en gasa e impide que la persona permanezca apoyada sobre esa área por mucho tiempo. Una vez se tornen como costras y sus bordes se empiecen a levantar, entonces sí es oportuno retirarlas, ya que la dureza de la costra ocasiona mayor presión debajo de la misma y favorecerá la extensión de la llaga.
Al levantar la costra, aparecerá un agujero, con bordes blancuzcos, verdosos y amarillentos, que en ocasiones sangran un poco y tienen cierto olor característico que no es desagradable, pero sí lo será cuando la lesión esté infectada. Esas porciones cuyo color no sea rosado o rojizo, deberás retirarlas con tijeras y pinzas, puesto que se encuentran necrosadas.
En este momento del tratamiento es recomendable que la primera curación la haga un médico.
Una vez limpia la lesión de tejido muerto, lava escrupulosamente con agua estéril o hervida y jabón, pasando por alto el sangrado que pueda presentarse, siempre que sea discreto. Si el sangrado es abundante, comprime la zona con una gasa durante tres minutos hasta que se detenga. El cepillado de la lesión con la gasa recomendada es la mejor forma de asear a conciencia y asegurar la menor cantidad de curaciones y, como consecuencia, menos sufrimiento de la persona. Una vez limpiado el tejido necrótico, toma una gasa estéril, imprégnala de Isodine en solución y empapa perfectamente la lesión con ella, cubriéndola con otra gasa gruesa y utilizando cinta adhesiva del tipo Micropore (esparadrapo de papel), que causa menos lesiones en la piel al desprenderla.

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Fuentes: Guía para el cuidado del enfermo en el hogar. Editorial Diana, México 1997

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